jueves, 25 de agosto de 2011

Algún día lo superaré.

+ ¡Ya basta con las mentiras!
- No te estoy mintiendo.
+ ¿Cómo puedo creer en tu palabra a estas alturas?
- Ten fe en mi. Tan solo confía aunque sea un poco.
+ No puedo. Por más que lo intento no puedo. Quisiera creer todo eso que dices, creer en tus palabras, en tus promesas. Pero ya no confío en ti.
- ¿Es tanto el daño que te hice? 
+ ¡Por favor, date cuenta! Me quitaste la ilusión. Nunca sabré si valgo de verdad o si soy simplemente el juego de algún idiota.
- No te quité ninguna ilusión... Estoy aquí, junto a ti, como querías.
+ ¿Pero tú quieres esto, de verdad quieres estar aquí conmigo?
- ¿A dónde quieres llegar?
+ ¡A ti! Tú ya no me amas, tu amor hacia mi se apagó.
- Pero te quiero...
+ Exacto, ¡me quieres! Pero yo te amo. Tu amor ya no me pertenece. Tan solo me queda tu cariño, las sobras de tu amor. Cuando estabas con ella, te enamoraste. Y mucho. Te dio miedo quererla de esa manera, así que la dejaste y me buscaste a mi. Pensaste que conmigo la olvidarías. Pero hiciste mal. No pensaste en el daño que le harías a ella, ni en el que me estás haciendo a mi. Solo pensaste en ti. Pensaste que se volvería a repetir  nuestra historia, pero ya no. Ya no me puedes amar, ya no te puedes entregar a mi, ya no me puedes besar ni abrazar sin pensar en ella.
- No lo entiendes, esto no es así. 
+ Sí lo es, es así. Las verdades duelen. Debo ser fuerte y aceptar  que ya te perdí. Aceptar que nada es ni será lo mismo. Aceptar que soy joven y que no dependo de ti. Tan solo me queda el consuelo de que me quisiste, y algún día lo superaré. 







No hay comentarios:

Publicar un comentario